sábado, 21 de mayo de 2011

Las piedras de Tonny Duquette: talismanes de poder.

Broche en hueso, zafiro, corales y esmeraldas

Excéntrico, versátil, capaz de mezclar estilos inconciliables, nada para él fue demasiado. Los prints de leopardo junto a las vetas de la malaquita, los brocatos franceses con las pagodas, el rojo y todo lo que de China podía inspirarlo junto a los enfoscados y las pinturas de los techos venecianos, todo eso esta allí, más las maravillas del mundo natural: corales, huesos de peces o animales, conchas marinas ... combinado, reciclado, potenciado para mostrarnos el esplendor de la vida en su multiplicidad.
Tony Duquette gustó del estilo oriental y del Luis XVI, pero el barroquismo y el exceso fueron su tierra fértil. Todo lo que diseñó fue recargado, colorido y adornado sin caer en lo vulgar.

En su joyería super grande, la malaquita fue una de sus piedras preferidas, además del lapizlázuli, el cuarzo rosa, los corales, el amatista y el ónix. Hay mucha plata enchapada en oro, piedras semipreciosas muy coloridas y gemas exóticas.

En cuanto a las formas, flores, ramas y animales conviven orgánicamente, mientras la geometría es dominada por poderosos soles y sucedáneas figuras radiadas.

Broche de oro, cuarzo y citrino

Así simboliza Duquette la riqueza en sus manifestaciones: fuerza espiritual, integridad y amor. La magia está presente en toda su obra, creada según él al añadir al arte el elemento natural . Vemos por ejemplo aquí abajo una mariposa de oro, turmalina, piedra lunar, apatita, aguamarina y diamante.




Broche de oro que forma un corazón de diamantes y granates

Por eso, sus joyas podrían asociarse a ciertos conjuros, mandalas o ex-votos religiosos que se usan para invocar o atribuir cualidades beneficiosas. Quizás con esta clave, en Abril de este año se organizó una exposición en Bonhams y Butterfields, Los Angeles, llamada "Talismanes de poder".
He aquí un collar bib en multizafiros engarzados con oro 18 kilates, que se asemeja a una pechera o cuello de una vestimenta ritual:




Uno de los collares diseñados para la Duquesa de Windsor

Allí hubo 135 piezas, algunas que él había regalado a entrañables amigos, otras donadas por su mujer y por personalidades del jet set, y otras diseñadas especialmente para la duquesa de Windsor. En todas se percibe el mismo espíritu místico: ellas representan una especie de portal a esa buena fortuna que también de algún modo signó su vida, tan poliédrica y transversal como sus diseños.


Brazalete en amatista rosa y verde, oro, diamantes y aguamarinas azules

Hutton Wilkinson, su colaborador y socio desde 1972, organizó la muestra, y es también quien quedó a cargo de la empresa y continúa reproduciendo las joyas para su venta en las tiendas estadounidenses Saks.


Hutton Wilkinson, mostrando reproducciones de las joyas en en la tienda Saks.

Coral, oro, perlas tahitianas


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